Los monitores gamer difieren mucho de los monitores de uso general en muchos aspectos. En otras palabras, si su prioridad son los juegos, debería adquirir un monitor diseñado para juegos, en lugar de intentar arreglárselas con una pantalla de uso general más barata.
Claro que puedes seguir disfrutando de los juegos con uno de esos monitores, pero no será lo mismo. Para los jugadores, los monitores gamer son mejores que los monitores «normales». Están diseñados desde cero para optimizar el rendimiento de los videojuegos, ya sea en PC o en consola.
En este artículo veremos las muchas características que los fabricantes añaden a una pantalla para calificarla como monitor para juegos, mejor para jugar que una pantalla normal.
- Tiempo de respuesta rápido para jugar
Mientras que los monitores de uso general pueden tener una respuesta lenta que impida disfrutar de los juegos, las pantallas diseñadas para juegos ofrecen una respuesta rápida.
Las pruebas exhaustivas y la ingeniería dan como resultado tiempos de respuesta bajos de 1 ms, medidos en «gris a gris» (GtG) o MPRT (tiempo de respuesta de imagen en movimiento). GtG significa el tiempo que tarda un píxel en cambiar de tono de gris, mientras que MPRT mide lo que tarda una imagen en moverse por la pantalla.
Conseguir una respuesta rápida en cualquiera de las dos pruebas requiere un gran trabajo de ingeniería de precisión en comparación con las pantallas normales que no son de juegos.
Éstas suelen tener tiempos de respuesta de 8 ms o más. Los jugadores más sensibles notarán la diferencia, y la lentitud de la respuesta afecta sin duda a la jugabilidad en los títulos de ritmo más rápido, especialmente los shooters competitivos, los juegos de deportes y los de lucha.
Tenemos más información sobre el tiempo de respuesta si quieres seguir leyendo sobre el tema.
- Menor procesamiento de imágenes para reducir el input lag
El concepto de input lag es distinto del de tiempo de respuesta, pero ambos están relacionados. El retardo de entrada total es el tiempo que tarda la pantalla en mostrar una acción después de que hayas pulsado un botón de tu mando u otro dispositivo de entrada.
Así, si pulsas el gatillo derecho para disparar, el retardo total es el tiempo en milisegundos que tardará tu personaje en pantalla en empezar a disparar su arma. Cuanto mayor sea el retardo, menor será la respuesta del juego.
Un retardo total de cientos de milisegundos hace que los juegos no se puedan jugar y es un problema para los servicios de streaming. Del mismo modo, el procesamiento de imágenes en la pantalla añade latencia. Cada capa de procesamiento requiere tiempo y genera más retardo.
Las pantallas que no son para juegos tienen mucho procesamiento de imagen para supuestamente mejorar la calidad de la imagen. Eso se debe a que están orientadas a la productividad o quizá al entretenimiento, como los contenidos de vídeo.
Los monitores gamer funcionan de forma muy parecida al modo Juego de los televisores, pero más rápido. Incluso con procesos como el HDR inteligente y el brillo y contraste dinámicos, los buenos monitores para juegos tienen suficiente potencia de procesamiento para asegurarse de que estos no añadan casi ningún retraso de entrada.
En cualquier caso, con un buen monitor para juegos estarás por debajo de los 10 ms de retardo de entrada total en 4K 144 Hz, por ejemplo. Eso es mucho más rápido que un monitor normal, y no es perceptible para los jugadores. Si quieres información adicional sobre el input lag comparado con el tiempo de respuesta.